Jia, un pintor de ataúdes que perdió a su hijo y Seven, una adolescente que huye junto a su madre de unos acreedores, se conocen en la ciudad a la que acaban de llegar.
Este retrato de la soledad en un mundo desdibujado e indiferente al dolor es una pieza de cine independiente chino que está llena de simbolismo y narra, en un tono seco, la cura de los tres personajes protagonistas a través de su bondad.